PRUEBAS DIGESTIVAS
Manometría
La manometría se puede realizar de dos maneras diferentes: mediante la manometría convencional o manometría de alta resolución. La principal diferencia entre los dos sistemas manométricos es la cantidad de sensores, siendo más numerosos en el segundo caso permitiendo una mayor precisión del diagnóstico.
Manometría esofágica
¿Qué es la manometría esofágica?
La manometría esofágica registra la presión intraluminal en diferentes zonas del esófago durante el reposo y durante la deglución. Esta información se visualiza en un monitor, permitiendo valorar la duración, amplitud y velocidad de las contracciones esofágicas y del esfínter esofágico superior e inferior.
¿Cómo se hace la manometría esofágica?
La técnica de la manometría esofágica consiste en introducir en primer lugar un catéter cuidadosamente por la nariz del paciente. El catéter pasa por la faringe y el esofágo con la ayuda de degluciones de éste, hasta llegar al estómago. Durante la exploración se pedirá al paciente en varias ocasiones que deglute pequeñas cantidades de agua. Es indispensable que el paciente esté despierto, consciente y dispuesto a cooperar con el procedimiento en todo momento.
¿Para qué sirve la manometría esofágica?
La manometría esofágica es la prueba de elección para el diagnóstico de los trastornos de la motilidad esofágica como son: la acalasia, el espasmo esofágico distal y la esclerodermia. También es de utilidad en pacientes con disfagia (dificultad para tragar), reflujo gastroesofágico o dolor torácico no cardiaco. Los resultados obtenidos son de gran importancia para seleccionar el tipo de tratamiento a seguir.
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Preparación para la manometría esofágica
El paciente debe hacer ayuno absoluto las 8 horas previas a la prueba. Es probable que su médico le recomiende suspender aquellos fármacos que afectan a la motilidad esofágica los días previos.
Molestias durante la manometría esofágica
El catéter puede provocar una sensación molesta para el paciente al entrar por la nariz y permanecer en la garganta. Los pacientes pueden presentar lagrimeo, estornudos, tos o el reflejo de vomitar. Sin embargo estas molestas son transitorias y leves en la mayoría de las ocasiones. Al finalizar la exploración desaparecen las molestias.
Manometría rectal
¿Qué es la manometría rectal?
La manometría ano-rectal es una técnica que permite valorar la movilidad ano-rectal registrando las diferentes presiones existentes a lo largo del recto y del canal anal. La manometría rectal sirve para medir la fuerza de los esfínteres anales, tanto en reposo como durante las maniobras de retención y defecación, con la finalidad de conocer si existe una debilidad o exceso de fuerza en dichos esfínteres.
La manometría ano-rectal también permite conocer la habilidad y eficacia de los movimientos de los esfínteres anales y la sensibilidad del recto. Esta prueba permite detectar el tipo de lesión y seleccionar el tratamiento más efectivo para nuestros pacientes.
Una alteración en el movimiento o la fuerza de los esfínteres anales puede estar relacionada con problemas de incontinencia, estreñimiento, fisura anal o hemorroides, entre otras.
¿Cómo se hace la manometría rectal?
En primer lugar se introduce una sonda con balón bien lubricada a través el ano, esta sonda está conectada con un monitor desde donde se pueden evaluar las diferentes presiones registradas.
Para conseguir una visión completa sobre el estado del recto y del canal anal de nuestro paciente, parte de la prueba se realiza en reposo, y parte tras esfuerzos defecatorios realizados por nuestro paciente. Para obtener más información durante la prueba también se puede hinchar el balón de la sonda.
Preparación para la manometría rectal
Para conseguir que la prueba sea lo más efectiva posible, el paciente debe llevar a cabo una limpieza con enemas unas horas antes de la exploración. En algunos casos puede realizarse sin preparación previa.
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Preguntas frecuentes
Si necesita realizarse una prueba de manometría en Madrid, ya sea esofágica o rectal, en Digastric podemos ayudarle. Nuestras instalaciones están equipadas con la tecnología más avanzada para la realización de pruebas diagnósticas.
La acalasia es probablemente la causa más frecuente para realizar una manometría. Gracias a la continua investigación y los grandes avances tecnológicos en las manometrías, se ha revolucionado el manejo de la acalasia. La manometría permite diferenciar tres tipos diferentes de acalasia y proporcionar el tratamiento más efectivo para cada uno de ellos.
Las molestias desaparecen al finalizar la prueba. Algunos pacientes pueden presentar alguna molestia de leve intensidad provocada por la irritación de la sonda en contacto con el esófago en el caso de manometría esofágica; o con el recto y el canal anal en la manometría anorrectal.
Durante la realización de la prueba aparece en un monitor una gráfica con las diferentes presiones registradas. Los resultados de la prueba estarán disponibles para el paciente una vez hayan sido interpretados por nuestro especialista digestivo.
Esta prueba suele durar 20 minutos.
La manometría es una prueba muy segura. No hay efectos secundarios importantes que destacar más allá de las leves molestias que puede generar la sonda.
Generalmente, no es necesario el uso de un fármaco sedante ya que la sonda es tan pequeña que no genera molestias importantes en los pacientes. No obstante, el especialista digestivo junto con el anestesista analizarán cada caso de manera particular.
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